Dopamina y antojos dulces: cuando el cerebro pide azúcar, ¿qué está buscando realmente?

Tu cabeza te pide cosas dulces constantemente? Entonces no podés perderte este nuevo articulo!

Te pasa. Nos pasa. Después de un día agotador, una noticia triste o simplemente por aburrimiento… aparece esa vocecita interior que susurra: “solo un pedacito de chocolate”. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué los dulces tienen ese extraño poder sobre nosotras? La respuesta está en una pequeña molécula con gran influencia: la dopamina. El dulce no solo se saborea, también se siente

Dopamina: el placer de comer

La dopamina es el neurotransmisor que nos hace sentir motivación, placer y bienestar. Cada vez que comes algo que disfrutas —especialmente si es dulce— tu cerebro lo interpreta como un premio y libera dopamina para recompensarte.

El azúcar activa de forma intensa este circuito de recompensa, por eso muchas veces buscamos ese “gustito” cuando necesitamos sentirnos mejor… aunque sea por un momento.

¿Y si no es hambre, sino una emoción no resuelta?

Muchas personas con obesidad o diabetes tipo 2 no solo luchan con su metabolismo, sino también con una montaña rusa emocional que las lleva a usar la comida como anestesia. Lo que pocos saben es que en estos casos, el sistema de recompensa cerebral puede funcionar de forma alterada: menos dopamina, más búsqueda de estímulo.

En otras palabras, el cerebro necesita más azúcar para sentir el mismo placer. Y ahí comienza el ciclo difícil de romper.

Cómo hackear el deseo de cosas dulces sin caer en él

La buena noticia es que hay formas sanas de aumentar la dopamina y recuperar el control:

Movimiento diario: caminar, bailar o hacer ejercicio libera dopamina natural.

Conexión social: reír, hablar o abrazar también alimenta nuestro bienestar.

Alimentos inteligentes: legumbres, frutas, nueces y semillas aportan los nutrientes que tu cerebro necesita para producir dopamina.

Espacios de contención emocional: hablar con un/a psicólogo/a permite entender lo que hay detrás del antojo.

Una nueva mirada sobre tus ganas de dulce

La próxima vez que te invada ese deseo urgente por algo azucarado, pregúntate: ¿Qué emoción hay detrás de esto? A veces no necesitas azúcar… sino un poco de compasión, descanso o conexión real.

Entender cómo funciona la dopamina es el primer paso para romper el ciclo del azúcar y elegir con más conciencia, sin culpas y con más poder personal.

Autora: Lic. Astrid Castro, Psicóloga clínica. Visita su instagram aquí.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *