El poder de la mente en la alimentación: más allá de la fuerza de voluntad

¿Cuántas veces hemos escuchado la frase “solo es cuestión de voluntad” cuando intentamos cambiar nuestros hábitos alimenticios? Sin embargo, nuestra psicóloga Astrid Castro nos muestra que el proceso de alimentación no es solo una cuestión de fuerza de voluntad, sino un entramado de emociones, pensamientos y hábitos profundamente arraigados. ¿Querés saber más? No te pierdas este interesante artículo.

En nuestro día a día, la comida no solo cumple una función biológica, sino también emocional. Comemos cuando estamos felices para celebrar, cuando estamos tristes para consolarnos, cuando estamos ansiosos para distraernos. Y aquí es donde la psicología juega un papel crucial: aprender a identificar qué hay detrás de nuestra relación con la comida nos da la verdadera libertad de elegir.

¿Cómo lograr identificar porqué estoy comiendo? Herramientas psicológicas para mejorar tu relacion con la comida 

1. Escuchar a tu cuerpo, no a tus emociones

Muchas veces confundimos el hambre fisiológica con el hambre emocional. La primera aparece gradualmente y se satisface con cualquier alimento nutritivo, mientras que la segunda es impulsiva, repentina y suele estar dirigida a productos específicos (como dulces o snacks). Aprender a diferenciar ambas puede ayudarnos a tomar decisiones más conscientes.

2. Reprogramar la relación con la comida

Nuestros hábitos alimenticios están influenciados por años de aprendizaje y experiencias. Pero, así como fueron adquiridos, también pueden modificarse. Una herramienta útil es la alimentación consciente, que consiste en prestar atención al acto de comer: saborear cada bocado, masticar lentamente y reconocer cuándo estamos satisfechos.

3. El equilibrio es clave: No se trata de prohibirse, sino de decidir

Las prohibiciones generan más deseo. En lugar de decir “no puedo comer esto”, podemos cambiarlo por “puedo elegir cuándo y cuánto comerlo”. Este cambio de mentalidad empodera en lugar de restringir, ayudando a reducir la ansiedad por los alimentos prohibidos.

4. Estrategias psicológicas para manejar los impulsos

El impulso de comer algo dulce o de picar entre comidas suele estar ligado a la necesidad de placer inmediato. Una técnica efectiva es el retraso de la gratificación: cuando sientas un antojo, espera 10 minutos y haz otra actividad en ese tiempo (como caminar, tomar agua o respirar profundamente). Muchas veces, la urgencia desaparecerá.

5. Autocompasión en el proceso

Cambiar hábitos no es fácil, y los deslices son parte del camino. En lugar de castigarte por un día en el que comiste más de lo que querías, pregúntate: ¿qué puedo aprender de esto?. La autocompasión te permitirá retomar el camino sin caer en la culpa, que muchas veces lleva a abandonar los procesos.

Tu mente, la clave para una alimentación saludable con diabetes

El camino hacia una alimentación más saludable no comienza en la nevera, sino en la mente. Al comprender las emociones y patrones que nos llevan a ciertos comportamientos, podemos tomar decisiones más conscientes y sostenibles en el tiempo.

No se trata de luchar contra la comida, sino de entender nuestra relación con ella y transformarla en una aliada para nuestro bienestar. Dar el primer paso hacia una alimentación más consciente es un gran logro. Continúa explorando cómo la psicología puede ayudarte en tu camino hacia el bienestar.

Te invitamos a compartir este artículo con quien creas que puede necesitarlo y a leer nuestro próximo artículo la semana que viene. También te invitamos a visitar el perfil de instagram de nuestra psicóloga Astrid para obtener más herramientas y apoyo.


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